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El pensamiento positivo se puede lograr a través de algunas técnicas que han demostrado ser efectivas, como el diálogo interno positivo y las imágenes positivas.

Aquí te traemos algunos consejos para ayudarte a pensar positivamente.

Céntrate en las cosas buenas

Las situaciones de reto y los obstáculos son parte de nuestra vida. Concéntrate en las cosas buenas, sin importar cuán pequeñas o aparentemente insignificantes puedan parecer.

Por ejemplo, si alguien te cancela los planes, concéntrate en cómo te libera tiempo para ponerte al día con tus asuntos o en alguna actividad que disfrutes.

Practica la gratitud

Se ha demostrado que practicar la gratitud reduce el estrés, mejora la autoestima y fomenta la resiliencia, incluso en tiempos muy difíciles.

Piensa en personas, momentos o cosas que te brinden algún tipo de consuelo o felicidad y trata de expresar tu gratitud al menos una vez al día.

Mantén un diario de agradecimiento

Estudios han descubierto que escribir las cosas por las que estás agradecido puede mejorar tu optimismo y tu sensación de bienestar.

Puedes hacer esto escribiendo en un diario de gratitud todos los días, o anotando una lista de cosas por las que estás agradecido los días que estás teniendo dificultades.

Ábrete al humor

Algunos estudios han encontrado que la risa reduce el estrés, la ansiedad y la depresión. También mejora las habilidades de afrontamiento, el estado de ánimo y la autoestima.

Ríete lo más que puedas durante el día. Encuentra esos espacios para ver algo que te cause gracia o ternura. Cambia la rutina.

Pasa tiempo con personas positivas

Se ha demostrado que la negatividad y la positividad de las personas son contagiosas. Considera compartir tu tiempo con personas que tienen una esencia positiva de la vida.

Se ha demostrado que estar cerca de personas positivas mejora la autoestima y aumenta las posibilidades de alcanzar objetivos. Rodéate de personas que te levantarán y te ayudarán a ver el lado positivo de todo.

Practica un diálogo interno positivo

Muchas veces, tendemos a ser los más duros con nosotros mismos y ser nuestro peor crítico. Con el tiempo, esto puede hacer que formemos una opinión negativa de nosotros mismos y puede ser difícil de retirar. Para detener esto, debemos tener en cuenta la voz en nuestra cabeza y responder con mensajes positivos, también conocidos como diálogo interno positivo.

La investigación muestra que incluso un pequeño cambio en la forma en que te hablas a ti mismo puede influir en la capacidad para regular los sentimientos, pensamientos y comportamientos bajo estrés.

Aquí hay un ejemplo de diálogo interno positivo: en lugar de pensar “realmente lo arruiné”, intenta “lo volveré a intentar mejor y de una manera diferente”.

Identifica tus áreas de negatividad

Echa un vistazo a las diferentes áreas de tu vida e identifica aquellas en las que tiendes a ser más negativo. ¿No estás seguro? Pregúntale a un amigo o colega de confianza. Lo más probable es que puedan ofrecerte una idea.

Un compañero de trabajo puede notar que tiendes a ser negativo en el trabajo. Tu cónyuge puede notar que te pones especialmente negativo mientras conduces. Aborda un área a la vez.

Comienza todos los días con una nota positiva

Crea un ritual en el que comiences cada día con algo alentador y positivo.

Aquí hay algunas ideas:

  • Háblate a ti mismo que va a ser un gran día o cualquier otra afirmación positiva.
  • Escucha una canción o lista de reproducción feliz y positiva.
  • Comparte algo de positividad dando un cumplido o haciendo algo bueno por alguien.
Referencias:

The effect of laughter yoga exercises on anxiety and sleep quality in patients suffering from Parkinson’s disease www.bmrat.org/index.php/BMRAT/article/view/200