Una vez que tienes presión arterial alta, se espera que la controles y la trates por el resto de tu vida. Existe la posibilidad de que la presión arterial alta vuelva a la normalidad con los cambios en el estilo de vida: es un desafío que hoy muchos lo están asumiendo y están viendo los resultados.
Por lo general, tanto los cambios en el estilo de vida como los medicamentos son necesarios para mantener un objetivo de presión arterial.
El tratamiento también reducirá en gran medida la posibilidad de un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular y otras complicaciones relacionadas con enfermedades cardíacas
Con una atención cuidadosa y un monitoreo adecuado, puedes llevar una vida saludable
Cambios en la dieta
Una alimentación saludable es una forma efectiva de ayudar a bajar la presión arterial alta, especialmente si sólo está ligeramente elevada. A menudo se recomienda comer alimentos bajos en sodio y bajos en sal y altos en potasio.
La dieta de Enfoques dietéticos para detener la hipertensión es un ejemplo de un plan de alimentos prescrito por los médicos para mantener la presión arterial en orden. La atención se centra en alimentos bajos en sodio y bajos en colesterol, como frutas, verduras y granos integrales.
Algunos alimentos saludables para el corazón incluyen:
- manzanas, bananos y naranjas
- brócoli y zanahorias
- arroz integral y pasta integral
- legumbres
- pescado rico en aceites grasos omega-3
Los alimentos a limitar son:
- alimentos y bebidas con alto contenido de azúcar
- carne roja
- grasas y dulces
También se sugiere no consumir alcohol en exceso al tratar de controlar la presión arterial alta. Los hombres no deben tomar más de dos tragos al día. Las mujeres no deben tomar más de un trago.
Esta es la guía básica para seguir una dieta para hipertensión:
Proteína | Evitar toda carne procesada: salchichas, jamones, tocino. Comer la versión más natural posible de pollo, pavo, pescado, marisco, cordero, conejo, huevos, carnes silvestres y aún así en pequeñas cantidades |
Productos lácteos y alternativas a ellos | Evitar todo producto lácteo. Se permiten las alternativas a los lácteos: coco, cáñamo, arroz, avena, almendras hechas en casa (para evitar los azúcares añadidos) y los lácteos de cabra |
Grasas y aceites | Evitar todos los aceites no extraídos en frío. Se permiten extraídos en frío: oliva, linaza, ghee (mantequilla clarificada), coco, aguacate, aceites de nueces |
Nueces y semillas | Evitar el maní y el marañón (cajuíl). Consumir coco, semillas de chía, linaza, almendras, nueces de Brasil, nueces de nogal, castañas, avellanas, pecanas y preparados de nueces (quesos, mantequillas, leches) |
Vegetales sin almidón | Consumir todos: recuerda en especial el perejil, el ajo y el apio. Evita por un mes las solanáceas, como tomate, pimentón y berenjena |
Vegetales de almidón | Evitar todos, especialmente papa, yuca, plátano, arracacha, y otros con contenido alto de azúcares como la remolacha, el tomate y la zanahoria |
Legumbres | Consumir todas en pequeñas cantidades, después de remojarlas por 1 o 2 días |
Frutas | Evitar las de alto índice glicémico, en especial banano, mango, papaya y piña. Consumir todas las de bajo índice glicémico. Incrementar su consumo hasta que ellas sean una cuarta parte de la comida diaria. |
Granos | Evitar todas las fuentes de gluten: productos con trigo, cebada y centeno. Optar por la quinoa, mijo, amaranto, teff, avena, tapioca, arroz integral, maíz y sorgo |
Hierbas y especias | Evitar condimentos industriales (cubitos y aderezos). Consumir toda especia pura, fresca o seca |
Bebidas | Evitar el café, té negro y el alcohol. Consume agua, tés herbales descafeinados, agua de seltzer, agua mineral, jugos diluidos en agua y jugos o zumos vegetales |
Edulcorantes | Evitar edulcorantes artificiales. Usar muy poco: stevia, xilitol, jarabe de arroz integral, sirope de arce, endulzante de frutas, melaza blackstrap |
Miscelánea | Consumir caldos, alimentos fermentados o cultivados, vinagres (todos menos vinagre blanco) y chocolate amargo. Una copa de vino tinto en ocasiones |
Ejercicio
La actividad física es otro cambio importante en el estilo de vida para controlar la presión arterial alta. Hacer ejercicios aeróbicos y cardio durante 30 minutos con el objetivo de cinco veces por semana es una forma sencilla de agregar a una rutina cardíaca saludable. Estos ejercicios harán que la sangre bombee.
Con una buena alimentación y ejercicio viene un peso saludable. El control adecuado del peso ayuda a reducir el colesterol y la presión arterial alta. Otros riesgos causados por el sobrepeso también disminuyen.
Otra forma de tratar la presión arterial alta es tratando de controlar y limitar el estrés. El estrés elevará la presión arterial. Prueba diferentes métodos para aliviar el estrés, como el ejercicio, la meditación o la música.
¿Cuándo ver al médico?
Si aún, siguiendo el tratamiento brindado por tu médico, experimentas:
- visión borrosa
- dolores de cabeza
- fatiga
- náusea
- confusión
- dificultad para respirar
- dolor en el pecho
Estos también pueden ser los síntomas de otra cosa o un efecto secundario de la medicación. En este caso, puede ser necesario recetar otro medicamento para reemplazar el que causa molestias.