Colesterol o triglicéridos altos, son el reflejo del funcionamiento deficiente de distintas vías metabólicas. Usar hipolipemiantes recetados puede ser necesario para algunas personas: pero una solución permanente sería ideal. Esto amerita distintas intervenciones dirigidas a evitar las fuentes de carbohidratos y de grasas saturadas y a mejorar el metabolismo de las grasas, ambos tipos de soluciones durables.
Cambios en la dieta
No todas las grasas inducen la dislipidemia. Los productos de origen animal que contienen una proporción alta de Omegas 6 son el problema, por las grasas saturadas: asegúrate de eliminar la comida procesada y los productos de origen animal, como huevos, lácteos y carnes de animales que no sean de granja. La alimentación de los animales en galpones y establos industriales hace que su carne, leche y huevos tenga una proporción muy alta de grasas saturadas. Consume huevos, carne y, si puedes, lácteos orgánicos o de animales de pastoreo.
Aumentar las fuentes de grasas monoinsaturadas como las del pescado, el aceite de oliva y nueces como las de Nogal, almendras, macadamia y pecanas.
Por otra parte, conviene recordar que casi todo el colesterol circulante se produce a estímulos de la insulina. Reducir los carbohidratos ayuda más a bajar el colesterol que eliminar las grasas de la dieta.
Suplementos para apoyar el metabolismo
Si no bastara con esto, puedes intentar bajar el colesterol con un agente natural, la levadura del arroz rojo (Monascus purpurea), un muy buen hipolipemiante.
Un multivitamínico y multimineral con altas concentraciones de nutrientes que a menudo se encuentran deficientes cuando hay sobrecarga tóxica.
DHA (ácido docohexanoico). Inhibe el daño a la barrera hematoencefálica.
DMSA (ácido dimetilsuccínico). En casos de exposición a metales pesados, este agente quelante ayuda a atrapar metales pesados (mercurio, plomo, arsénico y cadmio) y expulsarlos. Reemplaza los nutrientes gastados durante la detoxificación de metales pesados (Policosanol).
Aceite de krill. Una excelente fuente de Omegas 3
Consumir Cromo, para mejorar el funcionamiento del receptor de la insulina y reducir la producción innecesaria de ella.
Tomar proteína hidrolizada del suero para subir los niveles de Glutatión.
Reducir la captación de toxinas por parte del cerebro con Fosfatidil colina.
Una mezcla de agentes vegetales para aliviar el estreñimiento, como polvo de psyllium (Plantago asiatica), ciruela pasa, pectina de manzana, acacia o linaza molida atrapa toxinas en el intestino. Los carbohidratos simples elevan el colesterol, pues provocan la producción de insulina que a su vez induce la producción de colesterol, aumentando también el nivel de los triglicéridos. Bajarle a los carbohidratos mantiene los lípidos controlados a largo plazo.
Tomar ácido ascórbico o vitamina C
Tomar antioxidantes como el ácido-R-lipoico.
Para individuos que necesitan aún más soporte hepático para detoxificarse. Tomar una mezcla de extractos de las siguientes plantas: Chelidonium majus, Chionantus virginicus, Urtica dioica, Arctostaphylus uva-ursi, Taraxacum officinale, Sylibum marianum y Arctium lappa.
Tomar D glucarato de calcio. Promueve la glucuronidación hepática (inhibiendo la beta-glucuronidasa).
Reducir la oxidación del LDL con berberina.
En casos de exposición a pesticidas, tomar unos o todos estos nutrientes necesarios para la remoción y detoxificación de pesticidas clorados, organofosforados, carbamatos y piretrinas: coenzima Q10, Monascus purpureus (o levadura del arroz rojo), Bacillus coagulans, niacina, magnesio, extracto de la corteza de la Terminalia arjuna, Inula racemosa, raíz de Astragalus membranaceus, bromelina, l-carnitina.
Usar un suplemento que contenga: ésteres de fitoesteroles, levadura del arroz rojo, ajo, cúrcuma, n-acetil-cisteína, berberina, regaliz, quercetina, EPA, licopeno, trans-resveratrol y pantetina (Vitamina B5)