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El sabor dulce es algo que a todos nos gusta y es común tener antojos de postres o dulces entre comidas.

Pero, ¿por qué sucede esto? Recordemos que el primer sabor que detecta nuestro organismo en la vida es el dulce a través de la leche materna, el cual le manda al cerebro un estímulo de sabor y de seguridad.  Pero por otro lado, se encuentran los sabores adquiridos, como el sabor amargo, y puede que nos tome un poco más de tiempo para tomarle el gusto.

Algo sucede a nivel celular en nuestro cuerpo cuando nos dan antojos de dulce

¿Alguna vez has considerado que lo que desayunas y almuerzas dicta los antojos del resto del día? (1)

Si empiezas el día con un desayuno cargado de azúcar; como cuando comes cereales de caja con leche o pancakes con miel, es un desayuno que va a subir bastante el nivel de azúcar en tu sangre, haciendo que tu cuerpo comience a trabajar más para bajar los niveles con toda su fuerza.

Esto solo hace que te de más hambre en corto tiempo, y al pasar por frente de una panadería te de antojo de comer algo.

A mediodía tienes un hambre de león y te comes una porción enorme de pasta con salsa de crema de leche.  Lo mismo que pasó a nivel celular después de tu desayuno: los niveles de azúcar en la sangre se disparan y alertan a tu cuerpo. Es por eso que a muchos de nosotros, después de un “gran almuerzo” nos da sueño, es el simple hecho de que tu cuerpo ha trabajado tanto en bajar los niveles de azúcar que te da cansancio.

Es aquí cuando entra de nuevo el antojo del dulce, del paquetito, del postre… porque a fin de cuentas tu cuerpo te lo está pidiendo, ya que el nivel de azúcar en la sangre cuando cae con velocidad, tu cuerpo se pone en estado de alerta y te pide más (2).

¿Qué camino tomar entonces?

En lugar de los cereales de caja al desayuno, comienza tu día con unos huevos revueltos, una arepa casera (sin queso) y unos pedazos de aguacate.  Y si hace falta comer algo antes del almuerzo, puedes comer algunas unas nueces que llevas contigo (almendra, nuez de brasil, o coco).  A la hora del almuerzo eliges un plato de pescado con verdura salteada o una ensalada con buena proteína.  Así el resto del día la ansiedad se reduce y lo pasarás sin mayores interrupciones. Incluso olvidarás aquel antojo de postre y la ansiedad la reducirás.

¡El antojo viene de tu cuerpo, no te lo estás inventando!

Con las elecciones que hacemos en nuestra alimentación, mantenemos el nivel de azúcar en la sangre estable durante el día. Claro que el nivel de azúcar puede subir y bajar un poco antes y después de comer, pero existe una gran diferencia de una alta carga de azúcar versus otra muy leve, lo que significa mucho menos trabajo y esfuerzo para tu organismo.

¿Qué comidas suben el nivel de azúcar en tu sangre?

Los carbohidratos simples como las harinas refinadas, arroz blanco, azúcar, pastas y panes. Evita siempre los alimentos blancos.

¿Qué comidas te ayudan a reducir el antojo?

Los carbohidratos complejos como verduras variadas, hojas verdes, crucíferas, grasas buenas (nueces, aguacate y aceites prensados en frío), proteínas diversas y alimentos altos en fibra.

Las células de nuestro cuerpo no distinguen entre azúcar y harinas refinadas, a nivel celular son exactamente lo mismo

Sabemos que puede ser un proceso largo ir quitando la adicción al azúcar que muchos tenemos (a veces hasta sin darnos cuenta), pero es un reto que vale la pena.  No existe otro alimento que consumamos en cantidades parecidas al azúcar, que no nos aporta ningún nutriente o beneficio. Por eso llamamos a las calorías que vienen del azúcar “calorías vacías”: porque no sirven para nada; o bueno, sirven para quitarnos años de vida, quitar el lustre de nuestra apariencia y darnos complicaciones de salud que hoy vemos a la vuelta de la esquina.

Además, el azúcar muchas veces es la causa de nuestra fatiga prolongada, falta de energía, sensación de cansancio que no deja pensar bien, ansiedad, sobrepeso, colesterol alto y falta de concentración

Primeros pasos para combatir el azúcar

Elimina de tu alimentación los alimentos procesados (3)(4)(5) como: 

  • Azúcar.  Todo alimento que contiene como aditivo azúcar
  • Harinas refinadas.   Alimentos comunes como tortas, sandwiches, pizzas, pastas, postres, pan dulce y pan blanco y en especial todo lo de panadería
  • Pasta.  Toda clase de pasta de harina y espaguetis
  • Paquetitos.  Elimina por completo todo lo que venga en paquete y en especial aquellos que tienen más de 5 ingredientes.  (Revisa siempre la lista de ingredientes de lo que te comes)
  • Gaseosas y jugos embotellados.  Piénsalo 2 veces antes de tomar una gaseosa; su índice de azúcar es elevado y no contiene nutrientes para tu organismo

Opta por consumir:

  • Stevia u otro endulzante natural.  Miel de abejas, azúcar de coco o panela, pero recuerda que aunque sean naturales igual son azúcares y no debes consumir más de 3-6 cucharaditas al día.

 

 

Referencias:

Ochoa, M., Lallès, J. P., Malbert, C. H., & Val-Laillet, D. (2015). Dietary sugars: their detection by the gut-brain axis and their peripheral and central effects in health and diseases. European journal of nutrition, 54(1), 1–24. https://doi.org/10.1007/s00394-014-0776-y

Davis, J. N., Ventura, E. E., Shaibi, G. Q., Weigensberg, M. J., Spruijt-Metz, D., Watanabe, R. M., & Goran, M. I. (2007). Reduction in added sugar intake and improvement in insulin secretion in overweight latina adolescents. Metabolic syndrome and related disorders, 5(2), 183–193. https://doi.org/10.1089/met.2006.0038

Weaver CM, Dwyer J, Fulgoni VL 3rd, et al. Processed foods: contributions to nutrition. Am J Clin Nutr. 2014;99(6):1525-1542. doi:10.3945/ajcn.114.089284 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/24760975/