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Elimina azúcares y harinas refinadas. Puede ser un reto grande liberarse de la dependencia del azúcar, pero es posible hacerlo y los beneficios en tu cuerpo los verás muy rápido, incluso comenzarás a notar a cuanta azúcar saben las cosas.

Comer frutas y tubérculos no tiene nada malo, pero cuando ya tenemos un desequilibrio de los niveles de azúcar en la sangre hasta ellos pueden ser nocivos si se consumo en altas cantidades.

El problema hoy es que el azúcar nos rodea y nos acompaña en todo en la vida: celebramos con dulce. Debes saber que, a nivel fisiológico, las harinas refinadas y los azúcares son una sola cosa: los dos suben el nivel de azúcar en la sangre y cuando este mismo vuelve a caer un rato después nos entran antojos nuevamente. Mientras tanto, la insulina sube y baja y el daño celular que provoca el azúcar es grande.