No permitas que el estrés tome el control de tu vida (o de tu salud). Desarrolla alguna técnica de relajación como la meditación, la respiración o la oración.
Practica una respiración abdominal en momentos de estrés. Respirar hondo, o mejor, profundamente, ayuda a estar en el momento presente y también a bajar el estrés.
30 respiraciones profundas pueden cancelar el efecto del estrés de un día en tus arterias, ya que relaja las paredes de los vasos sanguíneos. En cama, antes de dormir o en la mañana al despertar, aprovecha cualquier momento para practicar 5 minutos esta rutina.
Incluso, existen algunos dispositivos que te ayudarán a conseguirlo.
Hay cientos de libros que pueden ayudarte a aprender estas técnicas. Lo importante es que consigas desarrollar un programa que te sirva, practicándolo al menos 5 minutos cada mañana antes de la ducha o antes de irte a dormir. Después de intentar una o varias de estas técnicas, de seguro encontrarás una que te resulte placentera.
Referencias:
Goldin, P. R., & Gross, J. J. (2010). Effects of Mindfulness-Based Stress Reduction (MBSR) on Emotion Regulation in Social Anxiety Disorder. Emotion (Washington, D.C.), 10(1), 83–91. http://doi.org/10.1037/a0018441
Khoury, B., Sharma, M., Rush, S., & Fournier, C. (2015). Mindfulness-based stress reduction for healthy individuals: A meta-analysis. Journal Of Psychosomatic Research, 78(6), 519-528. http://dx.doi.org/10.1016/j.jpsychores.2015.03.009