Esta puede ser una enfermedad totalmente silenciosa; se descubre generalmente por creatinina elevada en la sangre o por presencia de proteínas en la orina (esto se sospecha ya que la orina puede notarse muy espumosa).
Causa palidez, anemia, cansancio, debilidad, pérdida de apetito, hipertensión, hinchazón de ojos en especial en las mañanas, hinchazón de piernas y pies más por la mañana a diferencia de la de origen cardíaco.
Se trata en general de casos de hipertensión o de diabetes avanzados en los que finalmente la enfermedad ha afectado la capacidad de filtración adecuada que tienen los riñones
Ni el paciente ni el médico deben olvidar que, además del tratamiento y el seguimiento de la diálisis y el programa renal, es importante mejorar los hábitos y alimentación. Es decir, aunque estén avanzadas esas enfermedades, hay que intentar cambiar los hábitos para mejorar.
En particular, como paciente necesitas enfocarte en:
Una dieta con alimentos protectores renales, baja en proteína animal, uso de aceite de linaza y omegas, piña (fuente de la enzima bromelina que rompe complejos inmunes), metiltetrahidrofolato, antioxidantes, Astragalus membranaceus, nopal en la dieta, mucha fruta y verduras, diente de león y té verde para mejorar la diuresis.