Llamamos Resistencia a la Insulina a la disfunción que está detrás de enfermedades como Diabetes, Hipertensión, Hígado Graso, Dislipidemia, Accidentes Cerebro Vasculares, Sobrepeso, Síndrome Metabólico y en general, muchas de las Enfermedades Cardio Cerebro Vasculares. En sí misma no es un diagnóstico o una enfermedad: es el mecanismo que está en el origen de todas esas enfermedades.
En términos sencillos, se trata de la pérdida del control del nivel del azúcar en la sangre. La insulina le da a las células la señal para que deje entrar al azúcar parándose en el receptor. La falla en la transmisión de ese mensaje por parte del receptor desencadena los distintos mecanismos por los que se desarrollan estas enfermedades.
Arreglar esta falla es lo primero que debe hacerse para restablecer un buen control del nivel del azúcar en la sangre. Equivale en muchos casos a revertir la enfermedad.
Para lograr esto se necesita una triple intervención:
- Cambiar la dieta, para reducir las causas de esta resistencia y para mejorar la sensibilidad del receptor a la insulina (7 pasos)
- Suplementar con nutrientes que hacen falta para el correcto funcionamiento del receptor y
- Cambiar 4 aspectos del estilo de vida para evitar que se vuelva a presentar esa misma disfunción
Mencionamos a continuación cada una de las intervenciones recomendadas, con el suficiente detalle para que una persona pueda hacerlas por su cuenta, dado que ninguna de las medidas propuestas en este plan representa un riesgo para la salud.
Cada una de estas recomendaciones se ha desarrollado en detalle en esta aplicación y se entregan, dando a cada persona la libertad de hacerlo y el tiempo para ponerlas en práctica a su ritmo.
Las 7 recomendaciones de dieta para reducir las causales de la Resistencia a la Insulina son:
- Eliminar los azúcares y las harinas refinadas
- Eliminar las gaseosas y bebidas con endulzantes
- Eliminar los edulcorantes artificiales (ya que pueden generar respuesta a la insulina a través de señales cerebrales y aumentar el deseo de consumir más carbohidratos)
- Eliminar la comida chatarra y los alimentos procesados
- Eliminar las grasas trans y las hidrogenadas
- Limitar el consumo de alcohol a máximo 3 bebidas por semana
- Limitar el consumo de cafeína
Los 6 pasos para mejorar la sensibilidad a la insulina son:
- Aumentar el consumo de fibra a 50 gramos diarios
- Usar fibra predominantemente soluble (la fibra soluble hace más lenta la absorción de azúcares en el intestino. Se encuentra en legumbres, nueces, granos enteros, vegetales y frutas)
- Reducir la carga glicémica de las comidas
- Incluir proteínas y grasas en cada comida o refrigerio
- Ingerir una proteína ligera al desayuno
- Comer omegas-3 diariamente
Suplementar no es otra cosa que aumentar el nivel de algunos nutrientes que están haciendo falta para el correcto funcionamiento de un proceso metabólico:
- Aumentar los niveles de minerales como Magnesio, Cromo, Vanadio, Vitamina E, Biotina y Complejo B
- Tomar diariamente un suplemento multivitamínico y multimineral potente
- Tomar 200 mgr de Ácido Alfa Lipoico dos veces al día
- Suplementar con Ácidos Grasos Esenciales: EPA, DHA (aceite de pescado), ALA (aceite o harina de linaza), GLA (aceite de borraja o de onagra)
- Suplementar con Ginseng
- Consumir de 2 a 4 gramos diarios de L-Arginina
- Considerar otros suplementos herbales o nutricionales como la canela, la cúrcuma, el té verde, el fenogreco, el melón amargo, el ajo y la Gymnema sylvestre
Finalmente, el tercer elemento de este plan, consiste en introducir al menos 4 cambios en el estilo de vida que ayuden a consolidar la mejoría:
- Practicar regularmente actividades de control de estrés como la respiración profunda, el yoga, la meditación y otros
- Practicar ejercicio regularmente: ejercicio cardiovascular por 30 a 45 minutos unas 5 a 6 veces por semana y entrenamiento de fuerza, por 10 a 30 minutos, 3 veces por semana
- Fraccionar las comidas y reducir su tamaño
- Comer, por tarde, 2 a 3 horas antes de acostarse
Dos comentarios finales:
Este régimen debe permitirle recobrar el manejo del azúcar y superar la resistencia a la insulina. Los cambios deben ser evidentes al día siguiente de poner este plan en práctica y, lo más importante, el riesgo de sufrir un evento complejo, un infarto o un derrame o de progresar hacia un daño en órgano blanco, como los de una complicación de una diabetes, en riñones, piel, ojos, etc, se reduce inmediatamente, puesto que se comienza a atacar de raíz el problema que subyace a estas enfermedades: la resistencia a la insulina.
El papel de una falla en el receptor de la insulina es conocido y ha sido objeto de múltiples publicaciones científicas de altísimo nivel desde hace al menos 70 años. Ningún tratamiento de los farmacológicos resuelve este problema. Es hora de que ayudemos a los pacientes a lograrlo.