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Haz una rutina de fuerza.  Aún si tu meta es correr una maratón, debes practicar ejercicios de fuerza y resistencia.  Unos músculos fuertes queman más calorías, ayudan a prevenir lesiones y endurecen tus huesos. Comienza a trabajar con pesas o haciendo ejercicios como lagartijas y nunca olvides realizar un estiramiento adecuado.  Descansa después de ejercitar cada grupo muscular por al menos 2 o 3 días.

Aprende con técnica.  Así sea correr o levantar pesas, aprender una buena técnica evitará que te lesiones.  No asumas que lo estás haciendo bien, especialmente si tu rutina te está causando dolor.  Busca un entrenador o especialista que te pueda orientar o lee revistas o mira videos que te expliquen cómo hacer ejercicios con la técnica correcta. No olvides usar ropa deportiva cómoda.  Evita salir a correr con el calzado equivocado o ropa que no sea cómoda para ti.