La sal tiene una mala reputación, ¿pero realmente es malo su consumo? La respuesta es simple: la sal refinada si es dañina, pero la sal marina es un ingrediente natural, vital para el cuerpo y no hay por qué no usarla.
El sodio como principal componente de la sal, debe evitarse en casos de hipertensión, enfermedades del riñón o insuficiencia renal, en enfermedades del corazón cuando hay retención de líquidos o cuando hay inflamación crónica como la artritis.
La sal refinada no existe en condiciones naturales (es un producto industrial) y se compone principalmente de sodio y cloro, además de cantidades pequeñas de yodo, flúor y una serie de aditivos químicos para su manufactura y conservación (como bicarbonato sódico, yoduro de potasio, dextrosa, hidróxido de aluminio, carbonato cálcico, aluminato de silicio sódico, ferrocianuro de sodio, citrato verde de amoniaco férrico, prusiato amarillo sódico y carbonato de magnesio).
Este producto industrial, entre otros efectos, tiene la particularidad de que acidifica el pH del organismo, lo que favorece la inflamación y el dolor crónico (como en artritis, artrosis y fibromialgia); por el contrario, la sal marina alcaliniza el pH del organismo, efecto que permite disminuir la inflamación y el dolor crónico.
La sal marina es completamento natural y tiene una gran cantidad de minerales (alrededor de 82) en proporciones muy pequeñas pero las suficientes para dar al organismo las cantidades indispensables para su normal funcionamiento. Esta sal se consigue comercialmente en diferentes estados de pureza, color y tamaño de los granos, pero todas son igualmente favorables para el consumo en la alimentación.
Es importante tener en cuenta que al utilizar la sal marina es necesario disminuir la cantidad al cocinar debido a que sala más que la sal refinada. Ten en cuenta también que la sal marina no debe contener ningún otro ingrediente que la sal, ningún conservante ni nada. La sal marina que se vende en supermercados muchas veces tiene adiciones, pero en tiendas naturistas puedes encontrar opciones naturales y económicas.
Substitutos de la sal
Hay muchas maneras de mejorar el sabor de los alimentos con ingredientes fáciles de conseguir, y sin necesidad de agregarles sal, como:
- Las hierbas y especias son una alternativa muy útil. El ajo, la cebolla, los puerros, la cebolleta dan muy buen sabor a las comidas.
- Los jugos de frutas como el limón, la naranja, el pomelo, la lima y la naranja agria se pueden utilizar para marinar.
- El jugo de limón agregado a una sopa o una carne da un delicioso sabor que sirve para reemplazar la sal.
- El ají es un excelente ingrediente para la cocina y se puede usar solo o mezclado en diversas preparaciones.
- Los vinagres son otro elemento muy útil en la cocina; pueden usarse con aceite y hierbas aromáticas, en guisos, etc.
- Las mezclas de vinagre con cilantro, cebolla picada, tomate, ají y otros ingredientes al gusto, son de mucha utilidad para agregar a cualquier alimento. Los guacamoles son otra buena opción.
- Levadura de cerveza para agregar a las sopas o verduras
Se pueden hacer mezclas para reemplazar la sal en los alimentos, como las siguientes:
Opción 1
- Ajo en polvo 2 cucharaditas
- Albahaca seca 1 cucharadita
- Orégano seco 1 cucharadita
- Pimienta un cuarto de cucharadita
- Cáscara de limón rallada y seca 1 cucharadita
Opción 2
- Ajo 3 gramos
- Jengibre 3 gramos
- Cloruro de potasio 35 gramos
- Carbonato de magnesio 6 gramos
- Cúrcuma 3 gramos
Opción 3 (con ingredientes secos o en polvo se maceran y se mezclan en un mortero y luego se tamizan)
- Pimienta blanca 100 gramos
- Nuez moscada 15 gramos
- Clavo 15 gramos
- Canela 15 gramos
- Jengibre 15 gramos
- Tomillo 15 gramos
- Cilantro 15 gramos
- Laurel 15 gramos
- Albahaca 15 gramos
Opción 4 (con ingredientes secos o en polvo se maceran y se mezclan en un mortero y luego se tamizan)
- Pimentón 50 gramos
- Pimienta blanca 10 gramos
- Nuezmoscada 5 gramos
- Pimienta negra 5 gramos
- Clavo 5 gramos
- Tomillo 5 gramos
- Laurel 5 gramos
- Canela molida 5 gramos
- Cilantro 5 gramos
- Hierbabuena 5 gramos
Opción 5
Cocina a fuego lento una mezcla de sal marina con hojas de apio, puerros, berro, cebolla, perejil, ajo, albahaca, mejorana, romero y tomillo.
Opción 6
Mezcla la sal marina con hierbas aromáticas.
Opción 7
Sal de ajonjolí o Gomasio.
Se prepara con una taza de semilla de sésamo (ajonjolí) y 2 cucharadas de sal. Las semillas de ajonjolí se lavan 3 veces y se escurren bien; se tuestan revolviendo continuamente (saltan cuando están listas por lo que debe taparse para no regarlas). Se tuesta la sal sin quemarla (cambia de color). Luego se ponen la sal y las semillas en un mortero y se muelen hasta que estén molidas aproximadamente el 80 % de las semillas.