En los últimos años, ha existido una obsesión cada vez mayor por extender la vida; estudios aprobados por la FDA (la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) han explorado diferentes mecanismos para la longevidad. Van desde el uso de metformina, un medicamento utilizado históricamente para tratar la diabetes tipo 2, para retrasar el envejecimiento, pasando por el consumo de un suplemento llamado Basis, que pretende extender la vida y está siendo respaldado por varios científicos ganadores del Premio Nobel. Incluso, se pretende de transfundir la sangre de personas más jóvenes a personas mayores o usar una serie de “trucos” como añadir un montón de mantequilla en el café o usar cintas para la cabeza que supuestamente mejoren la función cerebral sirven para extender la vida.
Aunque estos enfoques son intrigantes y posiblemente valga la pena estudiarlos más (al menos algunos de ellos), la mayoría de las personas hemos olvidado que ya existe un método científicamente probado y respaldado por décadas de investigación para extender, en años como en calidad, nuestra vida: adoptando algunos hábitos saludables y cotidianos.
“Desde mediados de la década de 1960 sabíamos que los comportamientos del estilo de vida tienen una gran influencia en la salud y la longevidad”, dice Michael Joyner, investigador y experto en salud y rendimiento humano de la Clínica Mayo. Desde entonces, la evidencia que apoya el impacto positivo de una vida saludable ha aumentado, incluso a medida que más personas tratan de encontrar el elixir de la juventud.
Una investigación publicada en 2011 en el American Journal of Public Health demostró que la adopción de comportamientos saludables en el estilo de vida (como ejercicio regular, una dieta sana, no fumar, entre otros) puede aumentar la esperanza de vida en 11 años. Otro estudio de 2016 publicado en el British Medical Journal encontró que un estilo de vida saludable reduce la mortalidad en un 61%.
Síntesis:
1. Busca excusas para moverte más, cada día, a cualquier hora. No te quedes quieto (1)
2. Come delicioso, no pares de hacerlo. Pero que sea comida real (2)
3. Sal con tus amigos, la compañía es más saludable que beber agua (3)
4. Duerme bien, 8 horas por la noche es la medida ideal (4)
5. Véte de la ciudad cuando puedas, disfruta el campo y la naturaleza (5)
6. ¿Fumas? Mmmmm todo indica que debes dejar el cigarrillo (6)(7)
7. Una copa de vino es deliciosa, pero déjala hasta ahí (8)(9)
Mientras que los científicos encuentran el “elixir” de la eterna juventud, a la mano tenemos métodos fáciles de seguir y probados científicamente; no sólo para extender nuestra vida, sino para reducir los problemas de salud que nos puedan estar afectando hoy.
1. Muévete más
Si el ejercicio pudiera embotellarse y venderse como droga, sería un negocio de miles de millones de dólares. Décadas de estudios muestran que solo 30 minutos de actividad física diaria de forma moderada a intensa disminuye el riesgo de enfermedades fisiológicas (como enfermedades cardíacas y cáncer), así como psicológicas (como ansiedad y Alzheimer). Según Joyner, muchos de los nuevos elíxires de longevidad apuntan a prevenir la disfunción mitocondrial, o la descomposición de la capacidad de una célula para usar energía de manera adecuada, que es una parte normal del envejecimiento. “Las personas que hacen ejercicio pueden duplicar la cantidad de mitocondrias en su músculo esquelético y mejorar su función en todo el cuerpo”, indica Joyner.
El ejercicio tiene un potente efecto antienvejecimiento.
Caminar, andar en bicicleta, trotar, ir al gimnasio, son muchas las opciones que tienes para realizar actividad física. ¡Lo importante aquí es moverte!
2. Come alimentos reales
Evita las comidas que vienen envueltas en plástico. “Los alimentos que se someten a un ultra-procesamiento tienden a perder gran parte de su valor nutricional”, indica Yoni Freedhoff, un médico especialista en obesidad con sede en Ottawa y autor de The Diet Fix. Otra razón para evitar los alimentos procesados está relacionada con la densidad de energía o calorías por gramo de comida. “En términos generales, los alimentos ultra-procesados son mucho más altos en densidad de energía que los alimentos elaborados con ingredientes frescos y enteros”, dice Freedhoff, “lo cual no es bueno para mantener un peso saludable”.
Entonces, ¿cuál es la dieta ideal de Freedhoff para la salud y la longevidad? “Una que sea rica en alimentos integrales manteniendo las calorías a raya mientras se maximiza la nutrición. Esto significa una dieta rica en vegetales, granos enteros, pescado y carnes magras con un consumo regular pero no excesivo de frutas, nueces y aceites saludables”.
Sencillamente; si tiene etiqueta y dura el producto más de 1 año, cuestiona su consumo 😉
3. Llama a tus amigos
La evidencia científica está revelando que salir con amigos y familiares no sólo te hace sentir bien en el momento, sino que también es bueno para tu salud a largo plazo. Las conexiones sociales se asocian con niveles reducidos de la hormona del estrés, cortisol, una mejor calidad de sueño, un menor riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, disminución del deterioro cognitivo, disminución de la inflamación sistémica y una mejor función inmunitaria.
En un estudio de 2010 publicado en PLOS Medicine, los investigadores de la Universidad Brigham Young siguieron a más de 300.000 personas durante un promedio de 7,5 años. Encontraron que los riesgos de mortalidad asociados con la soledad excedían a los asociados con la obesidad y la inactividad física y eran similares a los asociados con el tabaquismo.
4. Duerme 8 horas (por la noche)
Simplemente no puedes dormir intermitentemente si quieres llegar a una salud y funcionamiento óptimos. Solo después de haber estado durmiendo durante al menos una hora, se liberan las hormonas anabólicas, como la testosterona y la hormona del crecimiento humano, que son fundamentales para la salud y la función física. Además, un estudio de 2007 publicado en la revista Sleep mostró que, con cada ciclo adicional de 90 minutos de sueño profundo, produces aún más de estas hormonas. En otras palabras, existen beneficios marginales crecientes para dormir.
El sueño profundo también es beneficioso para la salud mental. Investigadores de Harvard descubrieron que es solo durante el sueño profundo cuando tu cerebro revisa, consolida y almacena toda la información que encontraste durante el día. “Dormir funciona de maravilla”, dice Joyner.
5. Disfruta de la naturaleza
El tiempo en la naturaleza es un antídoto contra los efectos nocivos del estrés, previene y, en algunos casos, ayuda a curar la ansiedad y la depresión, y mejora la creatividad. Aunque aún no se conocen los mecanismos causales exactos, los investigadores indican que hay algo único en la naturaleza, tal vez relacionado con el hecho de que evolucionamos para estar en ella, que tranquiliza nuestros cuerpos y mentes, promoviendo la restauración física y psicológica y su posterior funcionamiento.
Un simple paseo por la naturaleza, respirando aire puro y sin equipos tecnológicos que te perturben tu tranquilidad
6. No fumes
Fumar se asocia con docenas de tipos de cáncer, así como enfermedades del corazón, demencia senil y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Según la American Cancer Association, fumar causa una de cada cinco muertes en los Estados Unidos, matando a más personas que el alcohol, los accidentes automovilísticos, el VIH, las armas de fuego y las drogas ilegales combinadas. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, tu cuerpo literalmente comienza a reparar el daño causado por fumar a pocos días de dejar el cigarrillo.
7. No bebas demasiado alcohol
Al igual que el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol se asocia con una serie de enfermedades crónicas, como la cirrosis hepática, el cáncer de garganta y las enfermedades cardiovasculares. Beber demasiado también afecta el sueño y la función diaria. La buena noticia es que, si disfrutas del alcohol, beber razonablemente (una bebida al día para las mujeres y hasta dos para los hombres) conlleva un riesgo mínimo. “La moderación es clave”, dice Joyner.
Mejor que la bebida sea compartida con amigos y familiares, muchas veces beber solo te puede producir depresión
Referencias:
Brad Stulberg, escritor y coach en salud y desempeño humano. Autor del libro PEAK PERFORMANCE: http://ow.ly/2NZr307eNOZ. Columnista en https://medium.com, @Outsidemagazine y @NYMag. En su twitter comparte diariamente consejos saludables: https://twitter.com/BStulberg
Combined associations of body weight and lifestyle factors with all cause and cause specific mortality in men and women: prospective cohort study BMJ 2016; 355 doi: https://doi.org/10.1136/bmj.i5855 (Published 24 November 2016) https://www.bmj.com/content/355/bmj.i5855