Cuando yo era chico, por las calles en Bogotá, vendían la almojábanas en canasto. Hechas en horno de leña, eran de un olor y una frescura increíbles. Estos amasijos, como los pandeyucas, pandebonos y pandequesos, son el pan de cada día en esta esquina del continente. La presencia del lácteo hace que muchas personas deban evitarlas, pero quienes no, que disfruten de este producto artesanal hasta cuando se inventen unas procesadas, congeladas.
Ingredientes
- 1 libra de harina de maíz
- 2 libras de cuajada reposada (sabe mejor si no está muy fresca)
- 1 cucharadita de polvo para hornear
- 2 huevos batidos
- 1 cucharada de sal (si hace falta)
Preparación
- Cierne la harina junto con el polvo de hornear
- En un recipiente, mezcla la harina cernida con la cuajada, los huevos y, si es necesario, la cucharadita de sal. Amasa bastante hasta obtener una mezcla suave.
- Divide esta masa en 20-25 porciones, y forma arepas más bien gruesas con las manos.
- Las almojábanas se ponen sobre una lata engrasada y se llevan al horno precalentado a 300 °F, hasta que crezcan y doren.
Fuente: recetas de comida colombiana (página web) y Carlos Enrique “toto” Sánchez Ramos
