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Una de las razones por las que fumamos es para relajarnos.  Por eso, date un respiro y realiza nuevas actividades. Después de dejar el cigarrillo debes encontrar maneras para relajarte; haz ejercicio, escucha música, habla con amigos, pídele a alguien que te haga un masaje o encuentra un nuevo pasatiempo. Intenta evitar situaciones estresantes, especialmente durante las primeras semanas.

Recuerda, cuando tomas alcohol es más difícil mantener tu determinación de no fumar, así que limita el consumo de bebidas cuando estás dejando el cigarrillo. El alcohol funciona como un disparador de la necesidad de nicotina.  De igual manera, si fumas cuando tomas café, pásate a tomar té en las primeras semanas.  Si te dan ganas de fumar después de las comidas, busca algo distinto que hacer, como cepillarte los dientes, darte un paseo, mandarle un mensaje a alguien, llamar a alguien o mascar chicle.