Cuando yo era chico, en la finca, se decía que nadie podía ir a trabajar al huerto de cebollas si no tomaba antes esta changua, porque se enfermaba de los riñones. Es en realidad un aguasal (agua, cebolla, cilantro y sal) con un chorrito de leche y un huevo adentro, en su versión campesina. La Magola es un comedero tradicional del puente del común, llegando a Chía en la sabana de Bogotá. Cerca de la hacienda presidencial, se entiende que se sirviera una versión estilizada y enriquecida de este humilde caldo con el que se levantaba en la mañana la gente en el campo del altiplano.
Ingredientes
- 2 tazas de leche
- 2 tazas de agua
- 4 huevos
- Cilantro fresco
- 2 tallos de cebolla larga
- Sal
- 4 almojábanas
- ¼ de queso fresco
Preparación
- Calienta en una olla la leche con agua, sal y cebolla larga picada. Cuando hierva, agrega los huevos crudos sin dejar romper las yemas, y cocina por un minuto.
- Sirve en el plato una cucharadita de cebolla larga finamente picada y uno de cilantro, una almojábana partida en trozos con la mano y una porción de queso cortada en cubos. Saca cuidadosamente los huevos de la olla y coloca uno en cada plato. Luego vierte el caldo muy caliente.
- La changua se acompaña con pan y con chocolate y aguadepanela caliente.
Fuente: Carlos Enrique “toto” Sánchez Ramos (entrevista y trabajo de campo, 2012)