En principio, cualquier exceso de consumo es perjudicial. La vida puede ser vista como un balance y como una única oportunidad para disfrutarla y estar bien.
Podemos decir que se sufre de un vicio cuando existe un consumo habitual y excesivo de bebidas alcohólicas, cuando ha habido intentos fallidos de dejar de beber y cuando a pesar de las consecuencias adversas para la salud se continúa bebiendo.
Más allá de generar conciencia sobre el alcoholismo, queremos que comprendas -o descubras- qué puede estar detrás de la necesidad de beber
La dependencia del alcohol lleva a nuestro organismo a generar una tolerancia física, por lo que requiere cantidades cada vez mayores para embriagarnos. También lleva a desarrollar síntomas de abstinencia, incluidos latidos cardíacos rápidos, ansiedad e incluso convulsiones, cuando bebes menos o dejas de beber.
¿Cuáles son los síntomas del alcoholismo?
- Beber solo o en secreto
- No poder limitar la cantidad de alcohol consumida a pesar del deseo o las intenciones de no beber, o de beber sólo una cierta cantidad
- Sentir una compulsión por beber
- Insomnio
- Ansiedad, depresión o irritabilidad
- Caídas y contusiones frecuentes
- Lagunas (incapacidad para recordar lo que ocurrió mientras bebía)
¿Qué problemas de salud puede promover el alcoholismo?
- Daño cerebral
- Pancreatitis
- Cirrosis
- Cardiopatía
- Convulsiones
- Confusión y alucinaciones
- Desnutrición
- Úlceras
¿Qué causa el alcoholismo?
Se puede desarrollar cuando el alto consumo de alcohol altera los niveles de químicos cerebrales que apoyan la sensación de bienestar, lo que lleva a las personas a consumir compulsivamente bebidas embriagantes para restaurar emociones positivas o evitar emociones negativas.
No se conoce una causa única de alcoholismo, pero sí existen varios factores de riesgo que parecen desempeñar un papel importante:
- Tener un padre alcohólico
- Depresión o ansiedad continua (a veces llamada “automedicación” para la depresión)
- Deseo de aceptación social
- Niveles crónicamente altos de estrés
Las personas que consumen más de 12 bebidas a la semana (mujeres) o 15 bebidas a la semana (hombres) tienen más probabilidades de volverse alcohólicas