¿Quieres dejar de fumar? Puedes comenzar encontrando una poderosa razón personal para lograrlo. Como proteger a tus seres queridos del humo, reducir tu riesgo de contraer cáncer o enfermedades del corazón, verte y sentirte más joven… algo que sea más potente que el deseo de fumar.
Muchas veces al dejar de fumar algunos síntomas se presentan. Es normal sufrir dolores de cabeza, cambios de humor y fatiga por unos días. Puedes aliviarlos reemplazando temporalmente la nicotina: chicles, pastillas y parches de nicotina pueden ayudarte a superar esa necesidad de fumar “una sola pitada” y ayudarte a dejar el cigarrillo.
Apóyate en tus seres queridos. Cuéntale a tu familia o a tus amigos que estás tratando de dejar el cigarrillo. Ellos te ayudarán a darte ánimo cuando estés a punto de recaer. La terapia conductual puede ayudarte a identificar y a mantener las mejores estrategias para dejar de fumar. Pero aléjate de la culpa, si caes en un momento del día disfruta el cigarrillo. Lo más importante de este proceso es adquirir conciencia. Ese es el primer paso.