Se busca el conducto subterráneo por donde van las hormigas, con ayuda de una vara delgada de aproximadamente 65 centímetros de largo, la cual se entierra varias veces hasta encontrar dicho conducto.
Por el agujero hecho con la vara, se introduce un bejuco o una tira especial de guaruma. La tira o el bejuco se retiran cada cinco minutos, y las hormigas que quedan pagadas se recogen en una vasija. Para su preparación, se tuestan al fuego en tiesto de barro, se machacan con un pilón dejándolas pulverizadas y se comen con casabe recién hecho.