Las infusiones de hierbas son preparaciones potentes de hierbas en agua. Son excelentes para extraer las propiedades medicinales de las hierbas secas.
Pueden beberse o usarse como lavados de la piel, compresas, duchas, baños de asiento o cataplasmas
¿En qué se diferencian de un té?
Se hacen con mayor cantidad de hierbas y se sumergen en un recipiente hermético durante al menos varias horas. Pueden beberse recalentadas, a temperatura ambiente o frías.
¿Cómo preparar una infusión de hierbas?
Compra (o cosecha y pon a secar) al menos una onza de hojas de ortiga, paja de avena o flores de trébol rojo. Coloca una onza de hierba seca en un frasco de un cuarto de galón.
Una onza equivale a una taza llena de hierba seca. Llena la jarra hasta el tope con agua hirviendo. Tapa bien y deja reposar durante al menos cuatro horas. Cuela y bebe 2 a 4 tazas al día. La mayoría de las mujeres en menopausia prefieren una infusión fría, pero puedes beberla caliente o a temperatura ambiente. Se puede agregar un poco de menta o salvia para cambiar el sabor.
Ortiga (Urtica dioica)
Genera energía, fortalece las glándulas suprarrenales y se dice que restaura la flexibilidad juvenil. Es fuente de vitaminas A, D, E y K, importantes para tener huesos flexibles, un corazón sano, cabello grueso, piel hermosa y mucha energía. También alienta la renovación de la mucosa intestinal. Reduce el calor y la flema. Puede hacerte sentir tan bien que podrás hacer ejercicio.
Avena verde (Avena sativa)
Es la planta de avena sin madurar (Oatstraw en inglés). Ayuda a reducir el colesterol alto, aumenta la libido y fortalece los nervios. Una taza de infusión de avena contiene más de 300 miligramos de calcio más cantidades generosas de muchos otros minerales. Sus saponinas esteroideas nutren el páncreas y el hígado, mejoran la digestión y estabilizan los estados de ánimo. Sin embargo, la avena es mejor conocida por su capacidad para mejorar la libido y suavizar el estado de ánimo. En la Medicina Ayurvédica, la avena se considera el mejor tónico de longevidad.
Trébol rojo (Trifolium pratense)
Es mejor en todos los sentidos que su prima la soya. Contiene cuatro fitoestrógenos; la soya tiene solo uno (isoflavona). La infusión de trébol rojo tiene diez veces más fitoestrógenos que la “leche” de soya, menos calorías, más calcio y sin azúcares añadidos. El trébol rojo es la hierba anticancerígena líder en el mundo y mejora la memoria.
Saúco (Sambucus nigra)
Se utiliza por su actividad antioxidante, para reducir el colesterol, mejorar la visión, estimular el sistema inmunológico, mejorar la salud del corazón y para la tos, los resfriados, la gripe, las infecciones bacterianas y virales y la amigdalitis. El jugo de saúco se usó para tratar una epidemia de gripe en Panamá en 1995. Las bayas de saúco han sido un remedio popular durante siglos en América del Norte, Europa, Asia occidental y África del Norte, por lo tanto, los beneficios medicinales de las bayas de saúco se están investigando y redescubriendo. Para preparar: agregue 1⁄2 taza de saúco y 1 cucharada de jengibre rallado a 1 1⁄2 cuarto de galón de agua. Hierve por 20 minutos. Endulza si lo prefieres.
Fenogreco
Hierve una cucharadita en un litro de agua durante 20 minutos para una bebida que ayuda al páncreas a regular el azúcar en la sangre. Se usa también para cocinar tradicionalmente en curry o germinar.
Escrito por Nance Pettit, MS, L.Ac. 2010, adaptado por Funcional IPS, 2019