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La vida puede cambiar durante las siguientes semanas. Por eso debemos considerar seriamente que cualquier contacto con el exterior es una fuente de contagio y que la portería es un lugar donde nos podemos contagiar, tanto o más que cualquier habitante de nuestro conjunto o edificio.

Los residentes socializamos con los guardas, colaboradores, personal de aseo, de lavandería y de jardinería, y nuestros niños juegan y tienen la posibilidad de verse con ellos.

Esta es una invitación a que mantengamos extremo cuidado con los contactos de la familia y con personas externas

Algunos vecinos han sugerido, que:

1. Los porteros deberían recibir el correo o la mensajería que venga, no en la mano. Que quien traiga algo lo deje en el piso.  Con Guantes y aerosol en mano y/o con un trapo, se desinfecta (solución de clorox en agua, 1:4) y se seca, antes de tomarlo.

2. Que llamen a cada casa a que lo pasen a recoger o lo traigan a la puerta. Si el citófono no sirve, que llamen por teléfono celular.

3. Si han de tocar el timbre, que usen los nudillos y después de que les abran ellos mismos desinfecten la superficie de la puerta el timbre que tocaron. Mejor si usan la mano no dominante (pues esta mano presenta menos riesgo de tocar la cara)

4. Antes de proseguir con sus labores, deberían lavarse las manos con agua y jabón (20 segundos de jabón con la llave cerrada).

5. Si uno de ellos está enfermo o amanece con síntomas o alguien en su casa tiene síntoma respiratorio alguno, deben avisar al responsable o administrador del conjunto, para reportar a la EPS.

Son medidas extremas y suena extraño estar proponiendo esto pero, nos enfrentamos a una situación extrema.