Frente al avance de la pandemia en la que nos encontramos hoy, muchos hemos aprendido diferentes formas de protegernos y prevenir el contagio; sin embargo uno de los mayores interrogantes es: ¿qué tratamientos existen hoy para COVID-19?
El contagio
Lo primero que debemos saber, es que en nuestro país ya han habido contagios locales y comunitarios (no relacionados a antecedente de viaje o relacionados a contacto con pacientes enfermos conocidos), es por eso que debemos asumir que cualquier síntoma respiratorio podría considerarse un caso sospechoso de COVID-19, sin desestimar ciertas características, condiciones y antecedentes de cada persona en particular, la cual podría tener una mayor o menor probabilidad de tener el contagio.
Adicionalmente es importante saber que, con base en la información actual, un 80% de personas presentarán síntomas leves susceptibles de autocuidado, inclusive un 17,9% podrían permanecer asintomáticos, un 15% requerirán una atención hospitalaria institucional por síntomas más severos, y un 5% tendrán complicaciones serias que requerirán cuidados especiales.
El distanciamiento
Así se tengan o no alguno de los síntomas de COVID-19, el distanciamiento social y cuarentena es la mejor estrategia para detener la propagación del virus.
En caso de tener los signos y síntomas asociados al virus, debes hacer todo lo posible para evitar ir a urgencias; primero para no saturar el sistema de salud, y segundo para evitar el contagio tuyo, de un familiar o la propagación del virus. Es importante comunicarte a las líneas definidas por las secretarías de salud y con tu EPS para recibir la orientación correspondiente con base en tu condición y ubicación; ellos te darán instrucciones para realizarte la prueba confirmatoria y el protocolo a seguir.
Los síntomas y los signos de alarma
Aunque inicialmente se había establecido la presencia de fiebre como condición necesaria para la infección por COVID-19, recientemente estudios han mostrado que entre un 10% al 40% de los casos pueden presentarse sin fiebre, por tal motivo se debe sospechar un caso cuando hay dos o más síntomas respiratorios (tos, dificultad respiratoria, dolor de garganta o fatiga) con o sin fiebre asociado al antecedente de un contacto estrecho con alguna persona con sospecha o confirmación de infección por COVID-19.
Algunos trastornos gustativos y del olfato se han reportado recientemente inclusive como síntomas iniciales, lo cual debe tenerse presente aunque sigue en estudio.
Dado que en nuestro país ya ha habido contagios comunitarios transmitidos entre nosotros, debemos actuar rápidamente con medidas de aislamiento y tratamientos locales ante cualquier síntoma respiratorio.
Cualquier empeoramiento de los síntomas descritos previamente o su difícil control son signos de alarma para acudir de inmediato al servicio de salud, algunos de estos signos de alarma definidos por los protocolos del Ministerio de Salud de Colombia son:
- Respiración más rápida de lo normal.
- Fiebre de difícil control por más de dos días.
- Si el pecho le suena o le duele al respirar.
- Somnolencia o dificultad para despertar.
- Ataques o convulsiones.
- Decaimiento.
- Deterioro del estado general en forma rápida
El manejo de los síntomas
En caso de alertar a las autoridades de salud de tu región y estas no te recomienden ir de inmediato a urgencias, estas instrucciones pueden ayudarte para manejar tus síntomas actuales en casa.
- Para el manejo de la fiebre, los dolores musculares y articulares: lo más recomendado actualmente es el acetaminofén (dosis adultos 1 tableta de 500 Mg cada 6 horas) a menos que un médico te haya dicho que el acetaminofén no es un medicamento apropiado para ti. A la fecha hay algunas publicaciones que advierten que medicamentos como el Ibuprofeno u otros anti inflamatorios pueden empeorar el estado de los pacientes con coronavirus (COVID-19), por tal motivo se recomienda evitarlos y usar únicamente el acetaminofén para el manejo de los síntomas. Sin embargo, si ya estás tomando ibuprofeno u otro antiinflamatorio no esteroideo (AINES) por recomendación de un médico para una condición de base, debes consultar con tu médico de cabecera si debes suspenderlo.
- Mantenerse hidratado: La hidratación es fundamental, por lo cual es importante consumir bastante líquido, inclusive si no tienes sed para garantizar el consumo entre 2 y 3 litros diarios; recuerda que no se considera como fuente de hidratación los zumos de frutos, los jugos, el café o la leche. Si eres mayor de edad, muchas veces la sensación de sed está disminuida y no apetece beber agua, por lo cual, el uso de gelatinas neutras o saborizadas sin azúcar puede ser un recurso muy útil sobre todo cuando hay fiebre
- Para la tos: un jarabe como Abrilar (de Hedera helix) puede ayudar a aliviar el síntoma de la tos
- Reposa lo que puedas; El reposo y un sueño adecuado son indispensables para reducir la fatiga y recuperar la energía, por lo que si no logras conciliar el sueño puedes intentar con somníferos naturales (agua de manzana caliente antes de dormir), suplementos (como la melatonina) además de apagar las pantallas temprano y no ver noticias.
- Toma suplementos que activen la respuesta inmune, como Vitamina C, al menos 3 gramos diarios, 150 mg de Zinc y 6 cápsulas de Selenio al día.
Nota de advertencia: Las recomendaciones anteriores han sido establecidas con base en protocolos clínicos conocidos en personas adultas que no presenten alguna alergia o contraindicación a los productos de venta libre descritos, por lo tanto, si presentas alguna condición o contraindicación o has experimentado efectos nocivos secundarios previamente a estos productos, no debes consumirlos. Revisa las etiquetas de advertencias y contraindicaciones.
El cuidado en casa
- Si tienes enfermedades cardíacas, hipertensión arterial o diabetes, y actualmente recibes medicamentos para su control, te sugerimos comunicarte con tu médico tratante para evaluar tu estado de control y los medicamentos recibidos; actualmente se está desarrollando una hipótesis que algunos fármacos antihipertensivos pueden incrementar el riesgo de infección grave por COVID-19, sin embargo aún no hay estudios concluyentes pero vale la pena hablarlo con tu médico.
- Se ha establecido una mayor susceptibilidad en personas fumadoras, inclusive con cigarrillos electrónicos, por lo que sería un buen momento para dejar el hábito.
- Lleva una alimentación equilibrada. Te ayudará a mantener una flora intestinal saludable y un sistema inmune más preparado.
- Garantiza en casa un consumo adecuado de al menos 2 porciones de frutas al día (de bajo índice glucémico) y 4 grandes porciones de verduras.
- En el caso de existir molestias en la garganta, fiebre o falta de apetito, es importante realizar preparaciones como el puré o las cremas, las cuales contribuyan a una fácil digestión y consumo de los alimentos.
- Para las carnes y pescado utiliza métodos de preparación bajos en grasa.
- Evita durante este época el consumo de alimentos precocinados, ultraprocesados o la comida rápida..
El manejo inicial en urgencias
En los servicios de urgencias, inicialmente van a ampliar la evaluación a los pacientes y con base en los parámetros clínicos, antecedentes, condición de salud y alternativas de tratamiento, definirán si se puede seguir un manejo hospitalario o continuar en el domicilio con un monitoreo más estricto.
Dentro de los tratamientos iniciales descritos a los pacientes que son candidatos a continuar un manejo hospitalario están:
- La administración de oxígeno por cánula nasal o mascarilla en caso de signos de dificultad respiratoria con el fin de mantener una adecuada saturación de oxígeno en la sangre.
- Si encuentran signos de obstrucción respiratoria en la auscultación, es posible que utilicen inhaladores broncodilatadores con inhalo cámaras para evitar la generación de aerosoles o por vía de nebulización garantizando el aislamiento adecuado.
Los medicamentos y tratamientos que empiezan a utilizarse
Antes de esta pandemia, gran parte de los tratamientos médicos se basaban en grandes estudios clínicos con rigor estadístico comparativos entre un tratamiento y otro para tomar decisiones en condiciones específicas –medicina basada en la evidencia-; sin embargo, en el estado de esta epidemia, aún no hay grandes estudios y las decisiones se han empezado a basar en observaciones en pequeños grupos de pacientes que parecen tener resultados positivos. Ese es el caso de los siguientes tratamientos:
- Cloroquina/Hidroxicloroquina
La cloroquina es un medicamento tradicionalmente usado para la Malaria, sin embargo, dado sus efectos bioquímicos, parecen evitar la entrada del virus a las células y adicionalmente tiene efectos antiinflamatorios; se utiliza sola o en combinación con Azitromicina. Este protocolo salió recientemente de un pequeño estudio en Francia donde se encontró que podría mejorar la tasa de éxito del tratamiento, acortar la estadía en el hospital y mejorar el resultado del paciente, lo cual ha sido debatido por algunos profesionales dado que los resultados no han sido contundentes e incluso su uso podría propiciar mayor riesgo. Sin embargo, a la fecha es el protocolo inicial que se está instaurando en varios centros y es el manejo recomendado por la Sociedad Colombiana de Infectología en pacientes que ingresan a hospitalización y siempre bajo prescripción médica para evitar efectos adversos, principalmente alteraciones del ritmo cardiaco.
- Medicamentos de carácter antiviral
Estos medicamentos tienen como objetivo reducir la carga viral con el fin de reducir la progresión de la enfermedad y evitar mayores complicaciones; actualmente están siendo probados de manera «esperanzadora» y entre ellos se encuentran algunos que venían siendo utilizados contra la influenza (Umifenovir), el VIH (Lopinavir/Ritonavir), e inclusive el Ébola (Remdesivir); sin embargo, aún no se establece un protocolo único y la disponibilidad de estos medicamentos varía en cada país, por lo que se esperan mayores resultados.
En el caso de Colombia, el Lopinavir/Ritonavir, es de los de mayor disponibilidad y además es el medicamento que la sociedad Colombiana de Infectología ha recomendado para uso intrahospitalario en casos con factores de riesgo siempre y cuando no haya interacciones medicamentos o contraindicaciones.
- Medicamentos de carácter antiinflamatorio
En algunos pacientes, la infección por COVID-19 se caracteriza por provocar una respuesta inflamatoria severa (síndrome de activación macrofágica), lo cual genera un síndrome que se caracteriza por un incremento de proteínas llamadas interleuquinas que favorecen la inflamación.
En este grupo de pacientes, medicamentos como el Tocilizumab, que inhibe específicamente la interleuquina 6, ha mostrado mejoramiento de parámetros respiratorios en pacientes con dificultad respiratoria severa. Sin embargo, varios ensayos clínicos aún siguen en desarrollo para establecer la eficacia y seguridad de este medicamento para el tratamiento específico de pacientes con COVID-19.
Potentes anti inflamatorios de carácter selectivo frente a algunos componentes de los receptores de las citoquinas (interlequinas janus quinasas – JAK) como el Ruxolitinib usado tradicionalmente para evitar la proliferación celular en algunos trastornos hematológicos ha sido experimentado en la región de Toscana (Italia) y podría evitar que los enfermos con COVID-19 entren a la fase más grave de la enfermedad.
El 1 de abril apareció la noticia que el Ruxolitinib o Jakavi (por su nombre comercial) fue usado en pacientes entre 28 y 72 años que presentaban dificultad respiratoria, pero que aún no requerían de ventilación mecánica, logrando mejorar las condiciones de los pacientes, evitando la hospitalización en la UCI con respiración asistida.
Aún se está confirmando, pero al no ser un medicamento que requiera componentes biológicos para la fabricación, debería poderse producir en masa rápidamente y distribuir.
Por otro lado, el uso de corticoides a dosis altas, aunque inhiben la respuesta inflamatoria, aún está en observación dado que en algunos estudios no se evidencian resultados clínicos significativos.
- Plasmaféresis terapéutica
La plasmaféresis terapéutica, un procedimiento que filtra la sangre a través de una membrana de alta permeabilidad, permitiendo que todo el plasma y sus moléculas sean filtrados a su paso con lo cual se eliminan múltiples mediadores tóxicos del síndrome inflamatorio, sería útil en los casos de alta repuesta inflamatoria como la tormenta de citoquinas descrita en casos severos, adicionalmente, en estudios previos se había establecido que “la plasmaféresis por filtración con plasmafiltros adaptados a máquinas de hemodiálisis es un alternativa terapéutica de fácil utilización, bajo costo y con la posibilidad de ser practicada por el personal médico y paramédico que labora en unidades renales”, lo cual facilitaría su uso en nuestro medio.
Es posible que se consideren muchos más tratamientos en los casos severos derivados de las condiciones particulares de cada caso, junto con el monitoreo permanente en la Unidad de Cuidado Intensivo y la ventilación mecánica como alternativas para mantener la oxigenación adecuada.
–
Agradecimientos al Dr. Alejandro Fonseca Granda, Director Médico de Con Ciencia Dominicana, por sus valiosos aportes.