Los libros de cocina promueven filetes y pechugas en todas las recetas, pero por fuera de este mundo del supermercado, encontramos las vísceras y otros despojos de los animales que nos comemos. Estos siempre encontraron su lugar en la mesa de los más pobres y allá debemos buscar estos platos, verdaderas transformaciones de la comida que nos alimentan y nos dan identidad. Aquí está una muestra de esa inventiva convertido en un plato delicioso.
Ingredientes
- 8 pescuezos de gallina
- 2 tazas de sangre de gallina
- 2 tazas de arroz blanco cocido
- 2 tazas de papas cocidas y picadas
- 1 taza de alverjas cocidas
- 2 gajos de cebolla junca finamente picados
- 2 dientes de ajo machacados
- ½ cucharada de tomillo molido
- ½ cucharada de orégano molido
- 1 cucharada de perejil finamente picado
- 2 cucharadas de aceite o manteca de cerdo
- vinagre
- sal al gusto
Preparación
- Calienta el aceite o la manteca de cerdo en una olla y sofríe la cebolla junca, ajos, papa y alverja
- Añade a esta mezcla el arroz, sangre de gallina – a la que se le ha agregado un chorrito de vinagre para que no se cuaje -, orégano, tomillo, perejil y sal al gusto, revolviendo con firmeza para que no se pegue al fondo
- Deshuesa los pescuezos cuidadosamente, para que la piel no se rompa
- Anuda los pescuezos por el extremo de la cabeza, justo debajo de esta
- Rellena con la mezcla por el extremo abierto y luego cierra con un nudo fuerte
- Una vez rellenos y amarrados todas los pescuezos ponlos a cocinar por 30 minutos, en agua o caldo hirviendo. Si prefieres, puedes freírlos por unos minutos antes de ponerlos a cocinar en el caldo.
- Sírvelos calientes.
Fuente: Carlos Enrique “toto” Sánchez Ramos y sinic