El ajo es más que un aditivo que da sabor a las comidas. Realmente es una medicina natural y tradicional que tiene propiedades antivirales, antibacterianas y antifúngicas (1)(2)(3).
La investigación indica que el consumo regular de ajo puede:
- Alterar cómo se metaboliza el colesterol en el cuerpo, lo que hace menos probable que se oxide, que es la preocupación real del colesterol, ya que se relaciona con el riesgo de enfermedad cardíaca.
- Ayudar a disminuir la presión arterial y el riesgo de formación de coágulos, lo que reduce el riesgo de accidente cerebrovascular y ataque cardíaco.
- Combatir las infecciones respiratorias, como los resfriados comunes y el dolor de garganta.
- Reducir las infecciones por hongos o levaduras.
Así que comer ajo crudo después de que ha sido picado libera todo el potencial de la planta.
Esto se debe a que el componente activo, la alicina, sólo se forma al contacto con el aire. Sugerimos cortar el ajo en pequeños pedazos y dejarlo reposar durante 10 minutos para obtener todo su potencial saludable.
El ajo pierde sus propiedades antibióticas cuando lo cocinamos o lo secamos, y las cápsulas comerciales de ajo no preservan la actividad completa del bulbo fresco.
Puedes hacer que el ajo crudo sea más apetecible cortándolo bien, mezclándolo con alimentos y comiéndolo con una comida, o cortando un diente en trozos, dejándolo reposar durante 10 minutos y tragarlo como si fueran unas pastillas enteras.
Si durante miles de años se creía que el ajo tenía propiedades medicinales, ahora la ciencia lo ha confirmado.
Referencias:
Health Effects of Garlic. ELLEN TATTELMAN, M.D., Albert Einstein College of Medicine of Yeshiva University, Bronx, New York Am Fam Physician. 2005 Jul 1;72(01):103-106. https://www.aafp.org/afp/2005/0701/p103.html
Bayan, L., Koulivand, P. H., & Gorji, A. (2014). Garlic: a review of potential therapeutic effects. Avicenna journal of phytomedicine, 4(1), 1–14. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4103721/