Dolor en los músculos, sueño constante, pereza y falta de energía, son solo algunos síntomas que podemos tener cuando llevamos una vida sedentaria.
Aunque parezca que la sociedad actual esté diseñada para tener una vida sedentaria, diversos estudios demuestran que ese hábito está haciendo más daño de lo que nadie había pensado.
Frente a cualquier actividad cotidiana estar sentados es la norma que rige la postura predeterminada de nuestro cuerpo humano; al trabajar, socializar, estudiar o viajar, siempre lo hacemos en una sola posición: sentados.
En un estudio reciente gran parte de las personas mencionaron estar demasiado cansadas para hacer ejercicio y moverse. Esta fue la razón más común que los adultos de mediana edad y mayores dieron para no hacer ejercicio ( 1 ).
Es necesario prestar atención a este tema, porque el comportamiento sedentario se encuentra relacionado consistentemente con más de 30 enfermedades y problemas crónicos en nuestra salud. Esto incluye un aumento del 112% en el riesgo de diabetes tipo 2 y un aumento del 147% en el riesgo de enfermedad cardíaca ( 2 , 3 ).
Día a día más personas sufren del síndrome de fatiga crónica, que se caracterizan por una fatiga extrema e inexplicable a diario. Sin embargo, en una investigación donde incluyeron a más de 1,500 personas, se encontró que el ejercicio puede reducir la fatiga en aquellos con síndrome de fatiga crónica ( 4 , 5 ).
Los estudios científicos han demostrado que hacer ejercicio puede reducir la fatiga y el cansancio entre las personas sanas y las personas con otras enfermedades. Incluso, aquellos pequeños incrementos mínimos en la actividad física son beneficiosos para la salud ( 6 , 7 , 8 , 9, 10 ).
De todas formas es bueno saber, que entrenar muy duro justo antes de la hora de acostarse puede interrumpir con el patrón de sueño, ya que el cuerpo está demasiado activo para conciliarlo. Un ejercicio suave puede ser mejor.
¿Cómo podemos aumentar nuestra energía y reducir el sedentarismo?
1. Reconoce que vivir un estilo de vida saludable es un hábito y una habilidad, por lo que debes enfocarte en tus objetivos de salud y condición física como lo harías con cualquier otra habilidad nueva que desees dominar hasta convertirla en un hábito.
2. Aumentar los niveles de energía puede ser tan simple como bajarnos una parada antes del bus y caminar un par de cuadras más; cambiar un mínimo de hábitos puede ser un buen camino para dejar atrás el sedentarismo (11). Por ejemplo, ponernos de pie en lugar de sentarnos cuando sea posible, tomar las escaleras en lugar del ascensor y caminar en lugar de conducir distancias cortas.
3. Realiza cambios positivos y concéntrate en lo que eres capaz de hacer hoy y no te desanimes pensando en lo que aún no puedes hacer. Por ejemplo, si hoy sólo puedes recorrer un kilómetro caminando rápidamente, ya vendrá el día en que puedas hacer más hasta llegar a 10 kilómetros corriendo ¿Cuáles son tus límites?
4. A medida que mejore tu estado físico, te sorprenderás gratamente con las nuevas opciones que surgen para el ejercicio que te resultarán divertidas.
6. Comparte. Crea una red de amigos, familiares o compañeros de trabajo para salir a caminar y hacer deporte (12).
7. Y si a estas recomendación le agregas una dieta nutritiva, los estiramientos y el ejercicio regular, puede ser increíblemente benéfico para nuestra salud (13)(14).
Referencias:
Justine M, Azizan A, Hassan V, Salleh Z, Manaf H. Barriers to participation in physical activity and exercise among middle-aged and elderly individuals. Singapore Med J. 2013;54(10):581-586. doi:10.11622/smedj.2013203 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/24154584/
Sedentary Time and Its Association With Risk for Disease Incidence, Mortality, and Hospitalization in Adults A Systematic Review and Meta-analysis Aviroop Biswas, BSc, Paul I. Oh, MD, MSc, Guy E. Faulkner, PhD, Ravi R. Bajaj, MD, Michael A. Silver, BSc, https://www.acpjournals.org/doi/full/10.7326/M14-1651
van’t Leven M, Zielhuis GA, van der Meer JW, Verbeek AL, Bleijenberg G. Fatigue and chronic fatigue syndrome-like complaints in the general population. Eur J Public Health. 2010;20(3):251-257. doi:10.1093/eurpub/ckp113 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/19689970/